Las vistas le dan forma a esta casa de montaña. El cerro cercano y el espejo de agua lejano, definen una linea inclinada que acompaña la pendiente. Esta linea se conforma en la arquitectura de la cubierta y su pendiente del techo, permitiendo desde el interior mirar a ambos lugares, aprovechando el sol del Norte y enmarcando las vistas del Sur. Sin alterar el terreno, se adapta a la topografia, disponiendo los espacios de encuentro en la planta de acceso, y dejando los lugares de descanso en la tranquilidad del basamento. Madera, piedra y metal, conforman los planos y generan dos lineas de marcada horizontalidad visibles en su escala distante.